Por: Dilen Montero*
En los últimos años, la calidad de vida del pueblo dominicano —especialmente de los sectores más humildes— ha sufrido un retroceso alarmante. Lejos de avanzar hacia una sociedad más justa, solidaria y moderna, el gobierno de Luis Abinader ha desmontado, uno a uno, los pilares sociales que en su momento levantaron los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) para proteger a los más vulnerables.
A continuación, repasamos algunos de los golpes más duros al bienestar colectivo, especialmente a quienes menos pueden:
Desmantelamiento del 9-1-1
El sistema de emergencias 9-1-1 fue una de las políticas más efectivas implementadas por el PLD. Salvó vidas, redujo tiempos de respuesta y brindó tranquilidad a millones. Hoy, el 9-1-1 vive una crisis sin precedentes: ambulancias fuera de servicio, respuesta tardía y personal desmotivado. Un servicio que representaba seguridad y confianza, hoy es reflejo de abandono.
Colapso del Sistema Hospitalario
Los hospitales remodelados y equipados bajo gestiones pasadas hoy enfrentan falta de insumos, deterioro de infraestructuras y largas listas de espera. Los hospitales periféricos han vuelto a ser simples centros de referencia, empujando a los más pobres a buscar atención en centros privados que no pueden pagar.
El Deterioro de SENASA
Lo que antes era un modelo de inclusión, con más de 7 millones de dominicanos protegidos por un seguro subsidiado de calidad, hoy es una entidad a la deriva, burocrática, lenta y deshumanizada. El acceso a servicios médicos dignos se ha restringido, dejando a cientos de miles de ciudadanos sin protección real.
El Metro en Ruinas
Lo que fu en los gobiernos morados, símbolo de modernidad y eficiencia del transporte público, el Metro de Santo Domingo ha sido víctima de la desidia. Problemas constantes de mantenimiento, retrasos, largas filas para acceder al servicio y falta de inversión amenazan un sistema que revolucionó la movilidad de la clase trabajadora, estudiantes y ciudadanos en general.
Colapso del Servicio Eléctrico
Después de haber alcanzado la cobertura 24 horas en gran parte del país, hoy los apagones han vuelto con fuerza, involucionando a las décadas de los 90’s. Comunidades enteras sufren cortes prolongados y reiterados, con una factura eléctrica que sigue subiendo sin explicación coherente. ¿Dónde está la eficiencia prometida?
La Canasta Básica, Inalcanzable
Los precios de los alimentos han subido sin control. La canasta básica se ha convertido en un lujo para muchos. Mientras tanto, el gobierno responde con excusas y estadísticas que no reflejan el drama de las amas de casa, los colmaderos y los padres de familia en los barrios y comunidades en general.
Combustibles caros, aunque el petróleo baje
Mientras el precio del barril de petróleo en el mercado internacional baja, en la República Dominicana el precio del GLP y el gasoil sube. Esta contradicción solo puede explicarse por una política insensible que exprime al pueblo con impuestos y subsidios mal distribuidos.
Farmacias del Pueblo: desabastecidas y desorganizadas
Las Farmacias del Pueblo y PROMESE-CAL, un acierto de los gobiernos del PLD para el bienestar social, un respiro para los más pobres: medicinas de calidad a precios accesibles. Hoy, están desabastecidas, mal administradas y desconectadas de las verdaderas necesidades del pueblo. Lo que antes salvaba vidas, ahora desespera y las pone en peligro.
Conclusión: El retroceso tiene rostro humano
Cada una de estas fallas tiene un rostro: una madre que no consigue leche, un enfermo que no encuentra medicina, un joven que no llega a tiempo al trabajo ni a su centro de estudios por falta de transporte, una familia que pasa calor por los apagones. Las estadísticas son frías, pero la realidad del pueblo es dolorosamente cálida.
El PLD dejó estructuras funcionales y programas que garantizaban derechos. Este gobierno, en cambio, ha desmantelado lo que no supo construir, afectando gravemente a quienes más lo necesitan.
El país merece más. Merece volver a un camino de dignidad, eficiencia y justicia social.
*El autor es titular de la Secretaria de Participación Comunitaria del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), estudiante de Periodismo; destacado comunicador, experto en marketing político y municipalista por vocación._
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