Peor que la precariedad en infraestructura, peor que la falta de materiales o de recursos humanos suficientes, es el deterioro moral en los centros educativos. Lo ocurrido en una escuela pública de Santo Domingo Oeste, protagonizado por una invitada que se autodenomina "ProfeZorra y avalado públicamente por el alcalde Francisco Peña, es una muestra alarmante de cómo el sistema educativo puede ser vulnerado por la banalidad, la vulgaridad y el irrespeto.
En un video difundido por el comunicador Daniel Alcántara en su plataforma Bochinchando RD, se observa al alcalde presentar a una "profesora" de los antivalores ante estudiantes. Lo hace en tono burlesco, señalando que los profesores no se vayan a "enamorar o distraer" con la joven. Hasta ahí, ya era un desliz sexista que denigra tanto el rol docente como la dignidad femenina. Pero lo más grave llegó después: al entregarle el micrófono, la ProfeZorra —sin medir contexto, edad de los presentes, ni responsabilidad ética— pronuncia la frase: "Sean menos damas y más zorras."
¿A estudiantes? ¿En un acto estudiantil como son las charlas que imparte el alcalde? ¿Y avalado por una autoridad municipal? No, no y no. Esto no es solo un error de juicio: es una afrenta directa a la misión educativa del Estado y a los valores que deben guiar el proceso de formación de nuestras niñas y niños. Es una falta ética que no puede quedar impune ni ser relativizada por el humor, el populismo o la ignorancia.
Desde esta tribuna, hacemos un llamado urgente al Distrito Educativo 15-05 para que tome cartas en el asunto. No se trata de escándalo mediático, se trata de proteger el derecho de nuestros estudiantes a recibir una educación digna, respetuosa y ejemplar. Si permitimos que en las aulas se promuevan mensajes vulgares, sexistas o destructivos, entonces habremos renunciado como sociedad al papel transformador de la educación.
La escuela no es escenario de entretenimiento ni pasarela de chistes de mal gusto. Es un templo del conocimiento, un espacio donde cada palabra que se dice debe educar, edificar, sembrar futuro. Por eso lo ocurrido es más que lamentable: es condenable.
Y lo diremos cuantas veces sea necesario: los valores no se improvisan, se enseñan con el ejemplo. Mal actuaron todos comenzando por el cuerpo docente y administrativo por más alcalde que sea Francisco Peña, en el video se observa como se divierten todos en las mesas de "honor".
Estamos muy mal si desde el lugar donde debemos promover valores morales, aplaudimos este tipo de conducta.
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