Por: Lic. Pedro Rodríguez
El ayuntamiento de Santo Domingo Oeste no puede seguir siendo escenario de irrespeto, vulgaridad ni antivalores. Recientemente, hemos sido testigos de un hecho lamentable: el alcalde Francisco Peña ha utilizado públicamente el término “ProfeZorra” en medio de actividades educativas. Esto constituye una falta grave a la dignidad humana, especialmente a la mujer y la niñez que asiste a estos actos.
1. Un alcalde está obligado por ley a promover valores
El artículo 75 de la Constitución Dominicana señala que todos los ciudadanos deben “actuar con respeto a la moral y a las buenas costumbres”. Más aún, la Ley 176-07 del Distrito Nacional y los Municipios establece en su artículo 19 que los ayuntamientos tienen el deber de fomentar la cultura, la educación y el respeto a los derechos humanos.
Cuando un alcalde se expresa con lenguaje vulgar o despectivo, no solo deshonra su investidura, sino que viola normas básicas de convivencia, incita a la desmoralización y contradice su rol como autoridad educativa local.
2. Exigimos respeto institucional y moral
Desde nuestra posición como fuerza social y política responsable, exigimos públicamente que el alcalde Francisco Peña se abstenga de utilizar términos como “zorra” en espacios públicos, especialmente cuando hay menores presentes o se pretende educar.
Esa expresión es ofensiva, denigrante y contraria a toda política pública seria de formación social. Un municipio no se construye insultando, se construye con educación, valores y ejemplo.
3. Nuestro compromiso es claro: educación con dignidad
Santo Domingo Oeste merece una gestión municipal que eduque, no que degrade. Que forme, no que corrompa. Y que respete, no que ofenda.
Estamos del lado de la ley, de la familia y del respeto. Y seguiremos señalando todo abuso de poder y desviación moral que afecte a nuestra comunidad.
Debemos rechazar enérgicamente está acción.
El autor es abogado y dirigente de la Fuerza del Pueblo
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