La democracia representativa tiene sus mecanismos de autocontrol. Y debe ser así porque el poder debe ejercerse en el marco de reglas que impidan la arbitrariedad, que a su vez se traduzca en el caos.
Al analizar el papel de los poderes del Estado se advierte que el judicial está controlado por el Ejecutivo y Legislativo. Es así porque si bien existe el sistema de carrera judicial en que los jueces son evaluados y promovidos, los de la Suprema Corte de Justicia dependen de la voluntad y decisión politica al grado de que, como ahora, cualquier dirigente político que posea un título de abogado puede llegar a ser juez de la Suprema, e incluso, su presidente.
Esto significa, en palabras llanas, que el pais necesita replantear la metodología de elección de los jueces de la Suprema Corte de Justicia, de modo que desaparezca el miedo, temor o complacencia con la que generalmente se conducen para mantenerse en el cargo.
Por:Bunel Ramírez*
Abogado, comunicador y político
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