Por: América Pérez
La designación del doctor Leonardo Aguilera como presidente ejecutivo del Banco de Reservas representa una decisión estratégica para la vida económica de la República Dominicana. No se trata de un simple nombramiento administrativo, sino de la llegada de un gerente probado, con experiencia demostrada en procesos de transformación institucional. Su paso por la Refinería Dominicana de Petróleo (Refidomsa) evidenció su capacidad de conducir equipos hacia la eficiencia, la estabilidad financiera y la modernización en tiempos complejos para los sectores productivos nacionales.
Aguilera no solo se ha destacado como un gerente con visión estratégica, sino también como un ser humano íntegro, cercano y comprometido con la ética. En un país donde las instituciones públicas requieren credibilidad y eficiencia, contar con líderes de su perfil es garantía de confianza. Su estilo de gestión se basa en la transparencia, la toma de decisiones con datos claros y la apertura al diálogo con diversos sectores, cualidades que sin duda fortalecerán la misión de BanReservas como banco de todos los dominicanos.
Desde mi perspectiva, el reto de Aguilera va más allá de dirigir la institución financiera más grande del país: se trata de imprimir un sello de renovación, inclusión y servicio en un contexto de constantes desafíos económicos globales. Estoy convencida de que, bajo su liderazgo, el Banco de Reservas no solo mantendrá su solidez, sino que marcará un nuevo capítulo en la historia financiera dominicana, donde la confianza ciudadana y la eficiencia institucional sean pilares fundamentales.
*Licenciada en Comunicación Social, mención Periodismo.
Magíster en Diplomacia y Derecho Internacional.
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