Por: América Pérez*
En nuestro país, hablar claro sobre la energía siempre genera polémica. Y eso es justamente lo que hace Celso Marranzini: decir la verdad. La energía tiene un costo, y todos debemos asumirlo. No es una medida caprichosa, sino una cuestión de responsabilidad con nuestra economía y con el país.
Hay que recordar algo muy simple: la energía eléctrica es un servicio, igual que el teléfono, Internet o cualquier otro servicio que usamos todos los días. Todos lo pagamos, porque de esa manera podemos mantenerlo funcionando para todos.
Sin embargo, hay sectores que no quieren que se diga la verdad. Algunos en la oposición y dentro del propio Gobierno presionan para que Marranzini deje su cargo, con la intención de que el CUED y el sector eléctrico caigan en manos políticas. Eso sería un error enorme. La energía no puede convertirse en un juego político; necesitamos que se gestione con seriedad, transparencia y compromiso con la gente.
Apoyar a Marranzini no es cuestión de simpatía política: es apoyar la responsabilidad, la eficiencia y la justicia. La franqueza y la claridad no siempre son populares, pero son indispensables para que nuestro país tenga un sector eléctrico que funcione para todos, y no para unos pocos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario